El Presidente Bukele de El Salvador: «Todavía es pronto»

Satoshi Nakamoto desarrolló Bitcoin como respuesta al creciente poder de las entidades centralizadas dentro del sistema financiero. En ese sentido, resulta irónico que el mismo tipo de partes haya conseguido usurpar ese poder también dentro del ecosistema bitcoin. Sin embargo, el fiasco de FTX puede cambiar esto.

FTX es lo contrario de bitcoin

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se pronuncia en Twitter sobre la caída de la importante plataforma de comercio FTX. «FTX es lo contrario de Bitcoin. El protocolo Bitcoin está diseñado para evitar los esquemas piramidales, las corridas bancarias, las de Enron, WorldCom, Bernie Madoff, Sam Bankman-Fried, los rescates y la liquidación de activos», comienza Bukele su cuenta.

Por desgracia, algunos parecen haberlo olvidado. «Algunos lo entienden, pero otros tampoco lo hacen todavía», continúa Bukele. Se espera que esto haga que la gente se dé cuenta de lo que es realmente el Bitcoin y se apropie de su bitcoin.

«Todavía es pronto. 🌎/21m», concluyó Bukele su historia en Twitter. Indicando que tanta gente aún no entiende el bitcoin y que todavía hay mucho que ganar en precio en ese sentido. Esperemos que tenga razón, pero al menos parece que apuesta doblemente por el éxito de bitcoin.

Todos los bitcoiners gritan lo mismo

Si el escándalo de FTX nos da una cosa, es un llamamiento masivo para que la gente envíe sus bitcoin a sus propias carteras. El drama del intercambio caído nos enseña que ni siquiera los partidos más grandes son de fiar (por ahora).

Sólo cuando sean totalmente transparentes en cuanto a las reservas de bitcoins y también proporcionen información sobre las deudas pendientes, será posible evaluar la solvencia de un intercambio. En este sentido, es de esperar que algunos grandes den un buen ejemplo y marquen el camino.

La prueba de reservas parece estar llegando, pero eso es la mitad de la batalla. En primer lugar, ese Proof-of-Reserves tiene que funcionar de forma casi continua y, en segundo lugar, las bolsas tienen que compartir su continua salud financiera con el mercado. Sólo entonces podrá el sector recuperar la confianza del público en general.

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