La Autoridad Bancaria Europea (EBA) tiene dificultades para regular el bitcoin (BTC) y las ‘criptomonedas’. Su presidente, José Manuel Campa, no espera directrices claras sobre los tokens que debe supervisar hasta 2025.
La ABE es una autoridad europea con el objetivo formal de lograr una regulación y supervisión claras y coherentes en el sector bancario europeo. Una tarea difícil en un momento en el que el bitcoin está jugando un papel importante en el mundo financiero.
The European Banking Authority wants to regulate crypto, but they realized their knowledge on it is basic.
“My concern is about making sure the risk we have identified […] is properly managed", said the chair of the institution, José Manuel Campa. https://t.co/BugsIYeLvr
— Cointelegraph (@Cointelegraph) July 27, 2022
Otro «gran problema», según Campa, es encontrar expertos: «Hay mucha demanda en este momento», dice en conversación con Financial Times.
La Unión Europea en su conjunto parece estar menos afectada. Ahora están dando los últimos toques al paquete llamado Mercados de Criptoactivos (MiCA). El objetivo es armonizar toda la normativa en los 27 Estados miembros. En la práctica, es probable que varíe algo de un país a otro.
Bitcoin es y ha sido construido principalmente por voluntarios. Atrae a la gente a contribuir por varias razones. Para atraer a personas con conocimientos a la Autoridad Bancaria Europea, en este caso, se necesitan buenas condiciones. También va en contra de la idea que hay detrás del bitcoin.
Según Campa, es muy importante que encuentren a los expertos adecuados: «Si no lo hacemos tan bien como deberíamos, tendremos que vivir con las consecuencias».
Europa y las reglas
Campa califica este mercado de muy «dinámico». Los avances se producen mucho más rápido de lo que los reguladores pueden idear e introducir leyes. La tecnología y la aceptación van mucho más rápido que los lentos caminos de Bruselas. Campa: «Las criptodivisas pueden usarse en tres años para otras cosas que aún no conozco».
La ABE se ocupa principalmente de las normas y directrices para el sector bancario. Pero en toda Europa, los reguladores y los encargados de hacer cumplir la ley tienen que ponerse a trabajar.