Más quebraderos de cabeza para el grupo de criptomonedas Digital Currency Group (DCG) y su consejero delegado Barry Silbert. Un grupo de acreedores estadounidenses ha presentado una demanda contra la filial Genesis, que recientemente tuvo que declararse en quiebra.
Genesis creditors file securities lawsuit against Barry Silbert and DCG https://t.co/uvtcQUCLuR
— Cryptoprenure (@Cryptoprenure) January 24, 2023
Acreedores en acción
La acusación es que Genesis incumplió las leyes federales sobre valores, según el comunicado de prensa. Los cargos provienen del bufete de abogados Silver Golub & Teitell (SGT), que ha iniciado estos procedimientos en nombre de varias personas y empresas.
Estas personas entregaron criptomonedas como el bitcoin a Génesis para obtener un rendimiento de ellas y Génesis aún no ha devuelto estas monedas. Es qué cantidad está en juego. Los acreedores alegan ahora que Genesis actuó violando la legislación estadounidense sobre valores. En concreto, celebraron un contrato de préstamo sin licencia con una garantía como aval. También acusan a Genesis de hacer declaraciones falsas y engañosas.
DCG, fundada en 2015 en Connecticut, actúa como buque insignia de numerosas actividades, como la gestora de activos Grayscale Investments, la minera Foundry y la empresa de medios Coindesk. El consejero delegado Barry Silbert tiene una participación del 40% en la empresa y es presidente del consejo de administración. El pasado lunes se celebró la primera vista sobre la quiebra después de que la empresa se declarara en bancarrota el 19 de enero.
Gemini
Gemini es uno de los mayores acreedores de Genesis, que al parecer reclama unos 900 millones de dólares a 340.000 clientes de Gemini. Ellos también han amenazado con demandar, pero de momento no se ha llegado a eso. La holandesa Bitvavo también sigue negociando con DCG, pero aún no ha llegado a un acuerdo por los 280 millones de euros que había depositado en Genesis.